Advertencia: somos ex PUTA CESANTÍA y en este blog usted leerá peinadas de muñecas sin filtro y sin cuidado de lenguaje. Decida si desea continuar, ya está advertido.

martes, 24 de mayo de 2011

Sinceridad

Con los blogs tengo un problema: me encantan y me sirven (casi terapéutico), pero a la vez siento que en cualquier momento escribiré cosas demás (y que me arrepentiré obviamente).

A veces escribo cosas y pienso "esto es demasiado personal y no es necesario gritarlo al mundo". Y después pienso "pero qué tanto si es tu espacio". Y luego "ah, pero igual no me gustaría que todo el mundo se enterara" (somos un blog con muchas visitas y ningún comentario externo, somos especialessshrrssh). Y finalizo con "si uno escribe tiene que ser sincero y doler, en alguna parte leí o vi eso". Y al final no publico nah.

Y es tan raro, porque cuando era más chica escribía en un blog y publicaba de todo. Era como si pensara que nadie más lo vería y resulta que siempre tenía comentarios en cada entrada. Y yo era tímida, MUY TÍMIDA.

Entonces en un momento de lucidez máxima entendí que decidí mover mi sinceridad, sin vergüenza y con dolor incluido, a un plano más personal y dejando de lado lo virtual. Por eso me cuesta tanto exponer cosas personales acá y me entrego a la trivialidad. A veces caigo y necesito gritarle a los cuatro vientos que la cesantía es una mierda y cosas así, pero la papa misma se conversa con un buen café (o una buena chela, salú).

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